En la práctica, en muchas sociedades mercantiles los cargos de administrador de una compañía y apoderado general suelen confundirse. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre el administrador de una sociedad mercantil y el apoderado general? A continuación te contamos algunas diferencias sustanciales que conviene conocer.
El administrador es quien dirige, administra y representa a la compañía. La normativa recoge que el administrador puede realizar cualquier acto en nombre de la empresa siempre que se encuentre dentro de su actividad. El cargo de administrador, al igual que el de apoderado general, ha de inscribirse en el Registro Mercantil.
En cambio, el apoderado general, es la persona facultada para actuar en nombre de la empresa y sólo ostenta las facultades contenidas y detalladas en el poder conferido, cuya duración está determinada. El apoderado general tienen que ser nombrado por el administrador, y este nombramiento requiere el otorgamiento de una escritura pública de apoderamiento. El apoderado no ha de aceptar expresamente el cargo, basta con que lo acepte tácitamente al utilizar el poder que le ha sido conferido.
A modo de resumen, la figura del administrador es esencial en toda sociedad, nombrándose en la escritura de constitución, mientras que el apoderado general no es indispensable para el funcionamiento de una empresa.