La semana pasada conocimos el informe Doing Business elaborado por el Banco Mundial en el que se analiza la facilidad o dificultad de un país para hacer negocios entre un total de 189 países, y España se sitúa en el puesto 74 (en un año ha avanzado 41 puesto) con seis procesos y 13 días de media para poner en marcha una empresa.
En diez años, España ha pasado de necesitar 115 días y 13 procesos, a tan sólo 13 días y 6 procesos para crear una empresa. Esto es posible, según el Banco Mundial, gracias a las reformas emprendidas en los últimos años:
- Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización.
- Ley 25/2013, de 27 de diciembre, de impulso de la factura electrónica y creación del registro contable de facturas en el Sector Público.
- Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal.
- Real Decreto-ley 13/2010, de 3 de diciembre, de actuaciones en el ámbito fiscal, laboral y liberalizadoras para fomentar la inversión y la creación de empleo.
Con las reformas, la función del notario ya no se limita al otorgamiento de la escritura notarial de constitución y su posterior inscripción en el Registro Mercantil (paso previo a la obtención del CIF y la liquidación del impuesto), sino que también podemos gestionar todos los trámites burocráticos posteriores –fiscales, administrativos y laborales– imprescindibles para la efectiva actividad de una empresa. Esta novedad no solo supone solo un ahorro de dinero sino de tiempo.
Una reflexión sobre “Montar una empresa en España: 13 días y 6 trámites”