Debido a múltiples factores socio-económicos, el número de préstamos entre particulares, especialmente entre familiares y amigos, se ha incrementado en los últimos años. Aunque sea un préstamo personal, es muy importante formalizarlo por escrito para evitar discrepancias en el futuro y para no tener problemas con Hacienda.

La formalización de un préstamo se debe llevar a cabo en contrato privado o en escritura pública. En el caso de conllevar garantías reales, es obligatorio formalizarlo otorgando una escritura pública.

Es importante (e imprescindible) dejar claros ciertos puntos para que todo esté claro desde el principio:

• Lugar y fecha del otorgamiento.
• Datos identificativos del prestamista (acreedor) y del prestatario (deudor).
• Finalidad, importe y forma de entrega del dinero prestado (cheque, transferencia bancaria…).
• Amortización y plazo de devolución. 
• ¿Qué ocurre si hay un impago o un retraso?
• Intereses. Suelen ser gratuitos, pero en este punto hay que tener en cuenta la normativa de la Agencia Tributaria ya que, bien sea un documento privado o sea una escritura pública ante notario, hemos de presentarlo ante la correspondiente Hacienda Autonómica, autoliquidando el impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, pero sin pagar nada, ya que es una operación exenta (artículo 45.I.B.15 RDL1/1993, LITPyAJD).

En Notaría Cid y Serra quedamos a vuestra disposición para cualquier consulta o trámite al respecto.

 

Fuente: Notarios en red.